lunes, 22 de septiembre de 2014

LA PARRILLA DE SAN LORENZO, ARTE CULINARIO EN VALLADOLID


Como última etapa, y ya de regreso de nuestro viaje por León, varios Cofrades de la Muy Digna aprovechando, como coloquialmente se dice, que el Pisuerga pasa por Valladolid y ésta Ciudad se encontraba celebrando sus  Fiestas de San Lorenzo, nos acercamos a la antigua capital del Reyno, donde  se casaron los Reyes Católicos,  nació Felipe II y murió Colón, entre otros muchos claro está.

Nos dirigimos a comer , después de pasear por las bulliciosas calles en fiestas y tomar unos vinos en alguna de sus anímadas casetas, a un  restaurante que desde hace años es santo y seña de ésta bonita y desconocida, para muchos, Capital Castellana: La Parrilla de San Lorenzo.


Este clásico restaurante del centro de Valladolid ocupa parte de los bajos del edificio neoclásico donde se ubica el Real Monasterio  de San Joaquin y Santa Ana. En el Monasterio vive una Comunidad de monjas recoletas pertenecientes a la Orden del Cister de San Bernardo, instaladas aquí desde 1596 con el apoyo de Felipe II y reconstruido, bajo planos de Sabatini, con el apoyo de Carlos III a finales del siglo XVIII.


El interior del restaurante constituye un entorno  muy agradable. Salones con  bóvedas de arista y de cañón, recubiertos con piedra, ladrillo;  pinturas en techos,  paredes adornadas con multitud de cuadros y objetos artísticos maridando de una manera singular y sorprendente la Cocina Tradicional con el Arte.

Su carta responde en su mayoría a la cocina castellana donde reinan por excelencia los lechazos de raza churra, el Cabrito de la Sierra de la Culebra o sus excelentes chuletones de la famosas terneras de raza sanabresa- alistana o sayaguesa, no en vano su propietario es de San Martin de Tábara pequeño pueblo zamorano en las estribaciones de Sierra Culebra.


Llegamos al restaurante sobre las 15,30 h. Nos situaron en un precioso y recoleto reservado, denominado según nos contó su propietario, como el Salón de la Transición, ya que era el preferido de Adolfo Suarez y Aznar entre otros políticos que habitualmente frecuentaban este restaurante.


 Como era ya tarde nos dejamos aconsejar por su dueño Agustín Lorenzo Sanz, quien acertadamente nos dijo tomáramos sólo unos ligeros entrantes para pasar después a tomar un estupendo chuletón o probar su Cordero.

Agustín Lorenzo Sanz

Optamos por el Cordero, ya que la noche anterior habíamos estado en el Capricho dando cuenta de un sensacional Chuletón de Buey.

Cómo vino, nos ofreció un excelente Vino de Toro elaborado con uvas de cepas viejas en las Bodegas Viñas Zamoranas de  su propiedad en el pueblo de Coreses, perteneciente a la Comarca conocida como la Tierra del Pan y a pocos kilómetros de Zamora,Ciudad  denominada en el Romancero como “La bien Cercada” en alusión a sus Murallas. 

De aperitivo nos puso unos deliciosos bocaditos de rollo de queso con anchoa sobre un lecho de pimiento rojo asado coronados con boquerón en vinagre y brotes realmente deliciosos.

A modo de entrantes nos ofreció morcilla frita con cebolla caramelizada y unos sabrosos riñones del cordero.




Como  plato principal, salvo alguna excepción que se decantó por probar avestruz, la mayoría de los Cofrades nos decidimos por el lechal, acompañado de una ensalada, atraidos por la fama de su Cordero  de Raza Churra castellana procedente de la zona del Valle del Esgueva, pequeño  afluente del Pisuerga y que se une a él en Valladolid.


Decir que el cordero estado en un perfecto punto de asado, destacando por su  Jugosidad, ternura , equilibrada grasa y exquisito sabor propio de su tierna edad (menos de 30 días) alimentado exclusivamente con leche materna y su asado en horno árabe de leña. Ciertamente a la altura de los mejores Corderos que hemos probado.


Rematamos la comida con unos postres en los que no podía faltar la tradicional Tarta de las Monjas que es un rico bizcocho con natillas y chocolate.



Finalizamos la Comida charlando amigablemente con Agustín quien nos obsequió a los Cafés y chupitos de orujo mientras nos hablaba de sus difíciles  comienzos, nos contaba alguna anécdota simpática de algún ilustre comensal;  y nos invitaba a visitar sus bodegas, Viñas Zamoranas,  inauguradas en el año 2000 , para probar además de un buen vino- sus Tresantos cuentan con varios premios y 90/95 puntos de Robert Parker-  contemplar el imponente edificio de corte neoclásico, con friso, bajo relieves y columnas de mas de 15 metros de altura levantado bajo su Dirección.

Bodegas Viñas Zamoranas



También nos habló con orgullo de cómo levantó su espectacular  Hotel Spa, Convento I, ubicado  también en el pueblo de Coreses, en lo que fuera el antiguo Seminario de la Orden Alemana “El Verbo Divino” ; de la búsqueda de muebles casona antiguas y de la localización y recuperación de obras de arte para su decoración; de su remodelación  en la que participaron artesanos, orfebres, pintores, muralistas durante más de 6 años bajo su dirección y supervisión hasta conseguir  levantar este deslumbrante hotel a la afueras de Zamora capaz de exaltar los sentidos y  recrear  los mas diversos estilos decorativos de la Historia tales como el Griego, el arte Egipcio, el Románico, el Gótico, el Mudéjar, el Barroco, etc.

Hotel Spa Convento I


Este Empresario zamorano tras adquirir  hace 17 años el templo románico de San Leonardo de Zamora , utilizado como carbonera después de la desamortización de Mendizabal ,  y sortear múltiples obstáculos administrativos y burocráticos,  tiene previsto abrir alli otro proyecto hostelero con Restaurante y Café Concierto incluido.

Le deseamos mucha suerte y le damos la enhorabuena a Agustín Lorenzo Sanz, auténtico mecenas y visionario, capaz de hacer realidad sus sueños con enorme pasión y esfuerzo.

Levantamos mesa, prometiendo visitar algún día sus Bodegas y Hotel, y nos ponemos en ruta.

La Muy Digna Cofradía del Sacro Paladar.

¡Salud y Buen apetito¡

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