Era obligado en la salida
gastronómica organizada por el Cofrade Lorenzo de la Muy
Digna a la Maragatería comer un Cocido Maragato y nada mejor para ello
que ir al precioso pueblo de Castrillo de
Polvazares y visitar la Hostería de Cuca La Vaina donde sin
duda te ofrecen uno de los mejores cocidos de esta Comarca
Leonesa, conocida anteriormente como La
Somoza (sub-Montia) por estar situada en su mayor parte a los pies del mítico
e protector Teleno, Monte sagrado
de los antiguos pobladores Astures..
Castrillo de Polvazares es
un preciosa aldea maragata cuyo casco urbano, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1970,
está repleto de importantes casas de
arrieros, algunas blasonadas, en la que destacan el empedrado de canto rodado de sus calles y los amplios portalones pintados con vistosos colores tan característicos de
esta Zona constituyendo un sensacional
ejemplo de conservación, testimonio de su arquitectura popular.
La Hostería de Cuca La Vaina, está levantada, con mucho gusto y estilo, sobre
lo que fue una antigua casa de arrieros totalmente
reformada en 1993, para albergar además de su reconocido restaurante un pequeño pero coqueto Hotel con siete habitaciones
distribuidas a lo largo de una luminosa galería, lugar donde pudimos alojarnos
algunos de los Cofrades que nos desplazamos.
Curiosamente como nos comentó Miguel Centeno, gerente y copropietario, la Hostería toma el nombre de Cuca La Vaina, en recuerdo una de las últimas moradoras de la vivienda de sobrenombre Cuca hija de un arriero al que apodaban “el Tío Vaina”.
Curiosamente como nos comentó Miguel Centeno, gerente y copropietario, la Hostería toma el nombre de Cuca La Vaina, en recuerdo una de las últimas moradoras de la vivienda de sobrenombre Cuca hija de un arriero al que apodaban “el Tío Vaina”.
Pero la Hostería de Cuca la Vaina es eso y mucho mas…Además de recobrar fuerzas con un merecido descanso y disfrutar de su gastronomía, es lugar de cultura, visitado por artistas, poetas y escritores ya que patrocina cada año algún premio del Festival de Cine Ciudad de Astorga, y allí se celebran desde hace bastantes años los Encuentros de Escritores y Traductores Europeos.
Sus paredes albergan
periódicamente diferentes exposiciones como tuvimos ocasión de atestiguar al contemplar
la muestra Oleos y Palabras para el Bosque con obras del Pintor Sendo y poemas de
diferentes personalidades del mundo de la literatura, el periodismo y el cine entre
otros.
Al día siguiente de nuestra
llegada Anita Coque, su excelente
cocinera, nos preparó el esperado Cocido
Maragato, cuya peculiaridad a diferencia de otros Cocidos es el orden de los servicios o vuelcos
comenzando por las carnes y acabando por la sopa. Sabia costumbre ésta de comenzar por lo más contundente
y protéico para acabar con una reconfortante y digestiva sopa.
Comenzamos nuestro festín con el primer vuelco a base de una excelente variedad de carnes de cerdo, gallina y vacuno (Morcillo ternera, careta y oreja de cerdo
curada, pata de cerdo, chorizo, lacón, costilla adobada, panceta entrevenada,
gallina y tocino) acompañado por el típico relleno de pelotas fritas
con miga, ajo, pimentón y perejil
El segundo vuelco consistió en unas fuentes de garbanzos de la variedad Pico Pardal, creo recordar del cercano pueblo de Quintanilla de Somoza, realmente finos y perfectos de punto reflejo de su prolongada y lenta cocción durante unas 4horas servidos junto con un delicioso sofrito de berza.
Por último finalizamos al uso maragato
con el vuelco de Sopa elaborada con el caldo del puchero desengrasado acompañada
de fideo grueso, realmente rica y
sabrosa. Todo ello acompañado de una refrescante y aromática ensalada de un
excelente tomate de la zona y regado
con Caldos de la Tierra de las
variedades de uva Mencía y Prieto Picudo tan en alza últimamente.
Después de tan suculenta comida y tomar el clásico Café de Puchero salimos al a terraza para pasar una agradable sobremesa tomando, a modo de digestivo unos Gin Tonic, mientras nuestro anfitrión y amigo de La Muy Digna, Miguel Centeno, nos ilustraba con conocimiento, amenidad y orgullo, acerca de los Maragatos, sus costumbres y otras historias del Filandón. Como nos dijo Miguel “Ser hostelero y quedarse sólo en eso es muy pobre. Además de dar de comer bien hay que dar a conocer la historia y costumbres del lugar, el ambiente en el que estás , las tradiciones…
Después de tan suculenta comida y tomar el clásico Café de Puchero salimos al a terraza para pasar una agradable sobremesa tomando, a modo de digestivo unos Gin Tonic, mientras nuestro anfitrión y amigo de La Muy Digna, Miguel Centeno, nos ilustraba con conocimiento, amenidad y orgullo, acerca de los Maragatos, sus costumbres y otras historias del Filandón. Como nos dijo Miguel “Ser hostelero y quedarse sólo en eso es muy pobre. Además de dar de comer bien hay que dar a conocer la historia y costumbres del lugar, el ambiente en el que estás , las tradiciones…
Miguel Centeno nos habló del posible origen de los vuelcos en el Cocido Maragato, de la curiosa
costumbre de la Covada, por la que
el marido después del parto ocupa el lugar de la mujer en el lecho mientras esta se retira con el niño a otro cuarto
y él atiende a las visitas y recibe los presentes.
Nos explicó el papel de los antiguos
Maragatos, pueblo misterioso tildado
de maldito, endogámico y nómada, que desempeñaban, hasta la llegada del Ferrocarril, con honradez, eficacia y
seguridad el oficio de arriero
transportando mercancías entre Galicia
y la Meseta sirviéndose para ello de
recuas de mulos que transitaban por
las antiguas vías romanas o el Camino de Santiago. También nos
comentó sobre su prosperidad como mercaderes e influencia incluso en la
Corte de Madrid.¡ Enfín¡ Una autentica delicia escucharle mientras poco a poco
iban cayendo los Gin Tonic que tan bién nos preparó.
También agradecer en nombre de
todos los Cofrades de la Muy Digna a
su hermana Elena, que al igual que Miguel , estuvo todo el tiempo
pendiente de hacernos muy agradable nuestra corta estancia.
Tiempo de volver ( Miguel Centeno Ares. 2004 publicado en Morales
del Arcediano)
Un hombre sin tierra es libre, aunque no quiera, pero es esclavo de la
nada y buscará un paisaje mientras viva para poner en él lo único que tiene: su
existencia.
Han pasado los años y de cuando en cuando vuelven a la memoria las
mañanas de los domingos, en medio del frío limpio de diciembre y con el Teleno
de fondo vestido de largo, cuando los chavales nos desentume- damos patinando
sobre el Turienzo congelado con el miedo y la emoción pegados al pecho. ……
Gracias ¡Volveremos¡.La
Muy Digna, Cofradía del Sacro
Paladar
Salud y Buen Apetito
Salud y Buen Apetito
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