sábado, 6 de junio de 2020

TARTA FRIA DE QUESO SAN MARTIN


Hoy haremos todo un clásico de la repostería. En nuestro país fue puesto de moda hace casi 50 años por la marca asturiana SAN MARTIN, razón por la que, en homenaje suyo, hemos bautizado con su nombre.

Se trata de una tarta de queso parecida a la New York Chessecake  de textura cremosa, nada empalagosa y refrescante, ya que se toma fría.

¡Vamos con la receta!

Ingredientes:

Para el fondo:

400 g de galleta digestive
100 g de mantequilla
Aroma de vainilla

Para la masa:

500 ml de nata (35 % materia grasa)
250 g mascarpone
250 g queso fresco ( tipo Philadelphia)
2 sobres de cuajada ( 12 g cada uno)
80 g azúcar

Para la cobertura:

Mermelada de fresa (En su defecto azucar en polvo)
Frutos rojos del bosque
4 láminas de gelatina
Gotas de limón
Agua

Elaboración:

Utilizaremos un molde desmontable y antiadherente  de 24 cm de diámetro.

Comenzamos haciendo el fondo de nuestra tarta. Utilizaremos galletas tipo digestive, o en su defecto Maria. Trituramos 400 g y mezclamos con 100 g de mantequilla casi derretida y unas gotas de aroma de vainilla.

Untamos con un poco de mantequilla o aceite  el fondo y paredes de nuestro molde para facilitar su desmoldado y compactamos nuestra masa de galletas contra el fondo para que quede una capa lisa.

 Introducimos en el frigorífico, al menos 30 minutos, para que se endurezca y tenga consistencia el fondo de nuestra tarta.

Ahora, ponemos en una cazuela, a fuego medio, la nata; los quesos y el azúcar.  Removemos (mejor con una varillas) para mezclar bien los ingredientes  y evitar se pegue al fondo. Cuando esté a punto de hervir añadimos los sobres de cuajada,  removemos  de nuevo y la retiramos del fuego dejando se temple un poco.

Cuando esté atemperada sacamos el molde del frigorífico y vertemos la crema líquida sobre el mismo.

 Esperamos a que enfríe y la introducimos en el frigorífico durante unas 2 horas tapada con papel film. Si no dispusiéramos de éste tiempo la podemos introducir en el congelador para acortar el proceso.

En cuanto a la cobertura la podemos elaborar un poco antes de servir nuestra tarta o hacerla antes y dejarla enfriar con la tarta.

En nuestro caso la hemos preparado con antelación. Comenzamos poniendo en agua fría 4 hojas de gelatina, durante 5 minutos, para que se hidraten. A continuación colocamos un cazo al fuego y añadimos la mezcla de frutos rojos (en éste caso hemos utilizado congelados), con un bote de mermelada de fresa y un poco de agua.

Si no tuviéramos mermelada utilizaríamos en su lugar,agua y azúcar, hasta conseguir una especie de sirope que mezclaríamos con los frutos rojos.

Dejamos  que se descongelen los frutos del bosque y añadimos la gelatina escurrida revolviendo hasta que se integre y disuelva. Esperamos se enfríe y vertemos la cobertura  ,con la ayuda de una cuchara, sobre la tarta  teniendo cuidado no traspase la capa de crema que ya estará cuajada.

Volvemos a introducir al frigo la tarta con su cobertura y la dejamos enfriar  al menos unas 6 horas mas. Aunque, como mejor queda, es hacerla de un día para otro.


A disfrutar y ¡Salud Cofrades!