Los Pueblos de Madrid encierran muchas agradables sorpresas. Una de ellas, en este caso gastronómica, es encontrarte en el pueblo de Alalpardo, con el recóndito y acogedor restaurante, el Faisán de Oro y su excelente Cocinera Esther Vicente Ranz.
El primer Faisán de Oro fue fundado en 1973, hace ya 40 años, por sus padres,
Andrés y Marisol. Primeramente estaba ubicado en una bonita casa de labranza
de este pueblo agrícola de la Campiña del
Henares, luego abrieron otro Faisán
de Oro en la calle Bolivia de Madrid labrándose una sólida reputación como “casa de comidas de lujo” en la Capital,
y ultimamente desde hace ya unos cuantos años, con Esther
al frente, se encuentra ubicado en una casa del pueblo junto a la iglesia de San
Cristobal de Alalpardo.
La cocina de Esther, heredera de las viejas tradiciones y secretos culinarios recibidos
de su madre , es una cocina honesta,
natural y sin artificios, donde
priman los sabores y aromas con
especial cuidado por la materia prima
y los productos de temporada.
Son famosos sus estofados, guisos de caza y elaboraciones
con setas, nada mas apropiado para
la época en la que nos encontramos, sus escabeches
y ¡Cómo no¡ sus cocidos y potajes entre los que destaca su fantástica recreación de
la Olla Poderosa, receta precolombina antecesora de todos los
cocidos y potajes como ella nos ha comentado en mas de una ocasión; plato en el que el humilde garbanzo se ve acompañando
en el puchero por liebres, perdices, venados, morcillos; lacón, codillos y manos de
cerdo; tocinos y chorizos, berza.…; Como veís, La Olla Poderosa hace honor a su nombre- todo poderío- plato digno de reyes
y nobles. Un autentico festín para el paladar.
En ésta ocasión visitamos a Esther para celebrar las Bodas de Plata de dos de nuestros queridos Cofrades, conocidos como Carpio y Faraona, y el menú elegido, acorde con las fechas y lo sigular del acontecimiento, fue: Verdinas con Setas y costillas, Carrileras de ternera a la Cordobesa y solomillo de Jabalí con puré de patata, tartas de quesos y chocolate con helado de pétalos de rosa y leche merengada. Soberbio….¡Que podemos mas decir¡
Agradecemos a Esther, mujer valiente y emprendedora
donde las haya además de buena golfista, que siga con la misma ilusión y mimo cocinando
sus platos; atendiendo con el cariño de siempre a los clientes; y manteniendo con orgullo el testigo de este
reputado, sencillo y familiar restaurante por cuyas mesas han pasado multitud
de personajes y cuyas paredes esconden muchos secretos de la Política, las Finanzas, el Arte y el Corazón. ¡¡¡Gracias Esther¡¡¡
¡ Y Salud Cofrades¡
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