Que Bilbao es una ciudad donde se
come magníficamente no es cosa nueva. En la Capital Vizcaína proliferan desde
modestas tabernas a restaurantes de lujo teniendo todos en común su buen hacer
ante los fogones. Es un orgullo ofrecer un buen producto al comensal y la
gastronomía forma parte importante de su Cultura.
Por ello es de destacar la labor de los hermanos gallegos Amancio y Patricio Valiño quienes desde sus inicios en el Galeón y el Cachivache de Barakaldo y su paso posterior por el MA (Miguel Angel) junto a la plaza del Sagrado Corazón en Bilbao han sabido hacerse con un hueco preeminente en el Botxo y cuyo culmen es su precioso restaurante, KATE ZAHARRA, ubicado sobre la ladera del Monte Artxanda en un caserío de nueva planta construido hace ya 12 años utilizando materiales antiguos procedentes de derribos.
A base de trabajo, esfuerzo y sobre todo mucha pasión y amor por lo que hacen
ofrecen a su clientela una cocina de producto que combina como nadie lo
tradicional, lo de siempre, sabiamente refinado y puesto al día.
En nuestra visita al KATE ZAHARRA
,acompañados por nuestros buenos amigos Ines y Luisma y nuestros hijos, pudimos ver
como siguen fieles a su personalidad manteniendo alto el listón culinario y
obsequiando al cliente un trato atento, cercano
y familiar que te hace sentirte como en casa.
Quien vaya al KATE ZAHARRA y
quiera disfrutar de la experiencia en su plenitud no debe ir con prisas estando
dispuesto a hacer el Tour completo y sus
Etapas, como ellos llaman, consistente en tres espacios y ambientes diferenciados.
La primera Etapa, una bonita Bodega, tipo mesón, con
multitud de buenos vinos donde tomar un aperitivo, tal como nosotros hicimos, a
base de jamón ibérico cortado a mano y caña de lomo ibérico y unas excelentes antxoas en
aceite acompañados de un magnífico rioja, Contino Reserva 2007.
En ésta
ocasión nos decantamos por probar un extraordinario Quisquillón recién hervido, degustar
un suculento guiso de garbanzos con bogavante, unas tiernísimas alcachofas con
foie y un calabacin rebozado con bechamel en salsa de carne que estaba de
miedo.
Como segundos platos unos optamos por el
clásico bacalao al pilpil, algo falto de punto de cocción; otros por unas Vieras
con Txangurro gratinadas; otros por el chuletón al uso y otros por tomar una fantástica
lubina a la brasa con su ajada. Finalizamos la cena con diversos postres
caseros todos ellos muy apetitosos.
La última etapa de nuestro Tour
por el KATE ZAHARRA fue pasar a su terraza, autentico balcón sobre la Capital
Vizcaína, donde puedes disfrutar de unas extraordinarias vistas de la Ciudad
tomándote una buena copa.
Nosotros pedimos varios Gin Tonic de Ginebras Premium y Ron Zacapa para culminar una velada muy agradable en buena conversación entre amigos
¡Salud Cofrades¡
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