Hoy haremos todo un clásico de la repostería. En nuestro
país fue puesto de moda hace casi 50 años por la marca asturiana SAN MARTIN,
razón por la que, en homenaje suyo, hemos bautizado con su nombre.
Se trata de una tarta de queso parecida a la New York Chessecake de textura cremosa, nada empalagosa y refrescante, ya que se toma fría.
¡Vamos con la receta!
Ingredientes:
Para el fondo:
400 g de
galleta digestive
100 g de
mantequilla
Aroma de
vainilla
Para la masa:
500 ml de nata (35 % materia grasa)
250 g
mascarpone
250 g queso
fresco ( tipo Philadelphia)
2 sobres de
cuajada ( 12 g cada uno)
80 g azúcar
Para la cobertura:
Mermelada de
fresa (En su defecto azucar en polvo)
Frutos rojos
del bosque
4 láminas de
gelatina
Gotas de
limón
Agua
Elaboración:
Utilizaremos un molde desmontable y antiadherente de 24 cm de diámetro.
Comenzamos haciendo el fondo de nuestra tarta. Utilizaremos galletas
tipo digestive, o en su defecto Maria. Trituramos 400 g y mezclamos con
100 g de mantequilla casi derretida y unas gotas de aroma de vainilla.
Untamos con un poco de mantequilla o aceite el fondo y paredes de nuestro molde para
facilitar su desmoldado y compactamos nuestra masa de galletas contra el fondo
para que quede una capa lisa.
Introducimos en el frigorífico, al menos 30
minutos, para que se endurezca y tenga consistencia el fondo de nuestra tarta.
Ahora, ponemos en una cazuela, a fuego medio, la nata; los quesos y
el azúcar. Removemos (mejor con una varillas) para mezclar bien los
ingredientes y evitar se pegue al fondo.
Cuando esté a punto de hervir añadimos los sobres de cuajada, removemos
de nuevo y la retiramos del fuego dejando se temple un poco.
Cuando esté atemperada sacamos el molde del frigorífico y vertemos la crema líquida sobre
el mismo.
Esperamos a que enfríe y la introducimos en el frigorífico
durante unas 2 horas tapada con papel film. Si no
dispusiéramos de éste tiempo la podemos introducir en el congelador para
acortar el proceso.
En cuanto a la cobertura la podemos elaborar un poco antes de servir
nuestra tarta o hacerla antes y dejarla enfriar con la tarta.
En nuestro caso la hemos preparado con antelación. Comenzamos poniendo
en agua fría 4 hojas de gelatina, durante 5 minutos, para que se hidraten. A
continuación colocamos un cazo al fuego y añadimos la mezcla de frutos rojos
(en éste caso hemos utilizado congelados), con un bote de mermelada de fresa y
un poco de agua.
Si no tuviéramos mermelada utilizaríamos en su lugar,agua y azúcar, hasta
conseguir una especie de sirope que mezclaríamos con los frutos rojos.
Dejamos que se descongelen los
frutos del bosque y añadimos la gelatina escurrida revolviendo hasta que se
integre y disuelva. Esperamos se enfríe y vertemos la cobertura ,con la ayuda de una cuchara, sobre la tarta teniendo cuidado no traspase la capa de crema
que ya estará cuajada.
Volvemos a introducir al frigo la tarta con su cobertura y la dejamos enfriar al menos unas 6 horas mas. Aunque, como mejor
queda, es hacerla de un día para otro.
A disfrutar y ¡Salud Cofrades!
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