El País Vasco siempre ha detentado la fama de
poner a la mesa unos extraordinarios Chuletones de Carne de Buey. Pueblos como
Berriz o restaurantes como Julián de Tolosa o Etxebarri han presumido con
orgullo de ofrecer al comensal los mejores chuletones del mundo.
Ahora parece haberles cogido el relevo un pequeño
pueblo de las Tierras de la Bañeza, Jiménez de Jamuz, famoso mundialmente desde
hace unos años por encontrarse allí la bodega restaurante El Capricho.
En el su orgulloso propietario, el ingeniero
agrícola José Gordón, selecciona con pasión los mejores ejemplares de bueyes y
reses viejas, con mas de 1000 kg y edad superior a 10 años, que encuentra por los
distintos pastos del noroeste peninsular.
Una vez adquiridos los alimenta y cuida con mimo
en sus corrales durante varios meses antes de sacrificarlos cuando considera se
encuentran en su punto optimo de peso y grasa ocupándose personalmente de
supervisar la matanza y el despiece.
La carne de las reses de José Gordón, además su
excepcional calidad, son conocidas por
el largo proceso, entre 2 y 3 meses, de maduración al que las somete en sus
cámaras hasta que se afinan sus texturas y se concentran los sabores adquiriendo su gusto excepcional.
Para los amantes de la carne es una toda una experiencia
recorrer los intrincados recovecos de la antigua bodega de vinos y contemplar
el espectáculo de la parrilla y el troceado del Chuletón de
casi 4 kilos que José con maestría filetea a "contra veta" y te sirve en la mesa en los tradicionales platos de barro cocido.
Como entrante os recomendamos tomar unos
choricitos de buey y un poco de cecina. De postre si aún os queda hueco podéis
tomar una deliciosas raciones de leche frita.
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